
Este mes entrevistamos a Anna Frago, Child Wrangler, también productora audiovisual y fundadora de The Kids Team. Con ella hablamos de en qué consiste su trabajo.
¿Cómo y cuando nació The Kids Team?
Nació en enero de 2024, siendo así, la primera empresa de Child Wranglers de España. Este proyecto es fruto de nuestra pasión por el mundo audiovisual y trabajar con niños. He trabajado en el mundo audiovisual desde siempre. Ya hace muchos años, cuando había niños y niñas en el shooting, yo siempre hacía aquella producción, y si no era mía, me hacían ir el día del shooting, porque siempre he tenido mucha empatía con los niños, y siempre he pensado y defendido que, a pesar de que estén trabajando, para ellos tiene que ser como un juego.
¿En qué consiste el trabajo del Child Wrangler en el audiovisual?
En ayudar, guiar y cuidar a los niños durante las producciones. A través de juegos creamos un ambiente de confort y seguridad con los menores que garantizan que el rodaje del proyecto en el cual estemos trabajando se lleve a cabo de la manera más divertida posible para los niños. Esto hará que el trabajo del resto de profesionales sea más fácil y ligero.
Cuidamos que los menores tengan un lugar seguro donde estar y de su supervisión, apoyándolos emocionalmente durante el rodaje. Es muy importante también estar coordinados con el equipo y saber qué se espera y cuáles son los objetivos de la jornada para poder medir cada cuánto les irá bien descansar para retomar fuerzas o cómo motivarlos.
En resumen, el Child Wrangler/Coach actúa como un intermediario entre los niños, sus padres y el equipo (ya sea fotógrafo, filmmaker, estilistas, producción, etc.), trabajando para asegurar que la experiencia sea positiva y segura para los menores y disfruten de ella.
¿Cómo descubriste tu pasión por este trabajo? ¿Qué te hizo decidir dedicarte a esto?
La verdad es que es un trabajo que me lo encontré sin buscarlo. Antes no había ni tantos rodajes ni tantos niños que participaran en proyectos audiovisuales, normalmente siempre eran los mismos. Cuando trabajaba en Arruga, como productora, y había niños rodando, el resto del equipo los veía como un incordio, les molestaba que se movieran y no se comportaran como adultos. Y yo solo pensaba que alguien tenía que velar por ellos. Y como no pasaba, me empecé a ocupar de ellos en el set. Pero un día, en una producción que yo había formado parte, pero no tenía que ir al rodaje, llegó un niño y preguntó que dónde estaba y cuándo le dijeron que aquel día no estaría en el set, contestó que no rodaría si yo no estaba. Así que me llamaron y me hicieron subir al rodaje. Y desde entonces, que siempre estoy presente en los sets durante los rodajes.
¿Hay muchas diferencias en tu trabajo en función del medio, si es televisión, cine o publicidad, por ejemplo?
Nuestro trabajo es el mismo en todos los medios, asegurar el bienestar del menor y ayudarlo a hacer el trabajo lo mejor posible a través de nuestro apoyo. Pero no es lo mismo si lo que tienen que realizar son fotografías que si tienen que hacer una escena grabada. Cuando vayamos a sesiones de fotos tenemos que saber qué “acting” necesitan como cuando los graban, pero en una foto se trata de captar el instante y nosotros podemos ir jugando o distraerlos mientras el fotógrafo hace las fotos. Pero cuando tienen que grabar una escena tiene que haber más preparación detrás la cámara y en el momento que ruedan no podemos intervenir.
Pero cuando hablamos de cortos o largometrajes, el proceso es más extenso y puede durar semanas o meses. Esto nos permite trabajar con los niños y niñas desde una exploración más profunda de los personajes, las emociones y cómo evolucionan a lo largo de la historia que se quiere narrar. Se trata de una construcción progresiva del personaje, ayudándolos a comprender y recordar su trayectoria emocional a través de varios ensayos, siempre de la mano del/la director/a. En todo momento es importante que los niños tengan presente que todo lo que se trabaja son cosas que le pasan a su personaje y no a ellos. En general, se trabaja muy a través de técnicas y herramientas teatrales que permiten a los actores entrar y salir rápidamente del personaje.
¿Cómo se forma una Child Wrangler?
Una pieza clave para ser Child Wrangler, aparte de lo que es obvio, que te guste trabajar con niños, es la empatía. Es un elemento muy importante, que se puede trabajar y se va desarrollando a medida que ganas experiencia. También es importante ser creativo en cuanto a ideas para que los menores consigan hacer aquello que se espera de ellos.
Si quieren capturarlos distraídos, tenemos que tener en mente diferentes maneras de distraerlos detrás de las cámaras, y a veces, es difícil tenerlos concentrados mucho rato, por eso es muy importante prestar atención a ver qué es lo que les llama más la atención. Es tan importante el tiempo de espera como el de actuación.
¿Qué perfiles trabajan en vuestra empresa?
Nuestro equipo está formado por mí misma (Anna Frago), Laia Caminal, Paula Velasco y Paula Ferrer y después trabajamos con otros perfiles externos, todos con experiencia con niños, pero lo más importante y lo que todas compartimos es la pasión por el trabajo con niños. Y después de esto contamos con perfiles variados y formados tanto en psicología y cine como fotografía y que hayan trabajado previamente con niños. Y tengan mucha empatía con ellos.
Vosotros ofrecéis servicios como Child Wrangler y Baby Wrangler. ¿Cómo enfocáis trabajar con bebés y niños más mayores? ¿Qué diferencias os encontráis?
Los niños más mayores ya saben qué están haciendo y a qué han venido, a veces para los bebés puede ser un poco confuso porque no entienden muy bien lo que hacen. Obviamente, con niños más mayores podemos dialogar y comunicarnos más fácilmente para entender qué necesitan en cada momento. Así que cuando estamos con bebés es muy importante crear un vínculo con ellos y asegurarnos que se lo pasan bien y que en el momento de trabajar se sientan a gusto.
También es verdad que dependiendo de la edad que tienen nos encargamos de llevar unos juegos u otros, nos enfocamos en las necesidades de cada edad porque no responderá nunca igual un niño de 3 años que uno de 12.
La edad más difícil para nosotros sería del año hasta los 3, porque realmente todavía no tienen ni conciencia de dónde están ni de qué están haciendo, ni qué representa estar allí. Así que lo que hacemos, es crear un vínculo con el menor, e ir jugando, y que siempre tengan los tutores en el campo de visión. Si el niño ve a su padre o madre, y los ve tranquilos, él sabe que está en un lugar seguro. Cuando son más bebés, básicamente nos apoyamos bastante en los padres, porque son a ellos a quienes reconocen y saben qué les hace sonreír o qué músicas les gusta... y entonces, somos nosotros quien ayudamos a los padres, y les explicamos cómo va todo.
Suponemos que hay momentos de miedo a que los niños y niñas no quieren cooperar. ¿Cuáles son las principales dificultades con las cuales os encontráis?
Muchas veces son niños extranjeros que, si encima son bebés, puede ser difícil comunicarse con ellos. A través de la creatividad, como hemos mencionado antes, por mucho que no hablemos la misma lengua, les intentaremos transmitir la seguridad que necesitan y se la proporcionamos.
Al fin y al cabo, los niños son niños y puede ser que un día vengan con muchas ganas y a la siguiente vez que nos lo encontramos es posible que no tenga ganas por cualquier motivo. Esto no lo podemos controlar. Lo que sí que garantizamos es cuidar la experiencia para ellos y que al final del día se marchen a casa contentos.
Nos hemos encontrado mil casos diferentes, pero con paciencia y mucho cariño, hemos ido llevándolos a hacer lo que se ha necesitado en cada momento. A veces se necesita un poco de paciencia y mucha calma. Puedo poner algunos casos como ejemplo.
Estábamos haciendo un proyecto para una marca de moda con un fotógrafo que no tenía nada de empatía con los niños. Teníamos un niño de un año y medio en el set, y le pregunté al fotógrafo: “¿qué quieres que haga Miquel?”. Y el fotógrafo me respondió: “¡Dile que haga cosas!!!!”. Lo miré y le dije: “Miquel no hace nada, ni siquiera sabe qué está haciendo aquí...”. A Miquel se le caía la “baba”, pobrecito de lo pequeñito que era. Le dije al fotógrafo: “¿qué quieres que haga? Que ría, que salte, que ande, que levante los brazos...”, y entonces me dijo qué es lo que quería que hiciera. Y jugando con Miquel, ¡conseguimos que hiciera lo que necesitábamos!!!
En otro shooting de moda, los niños tenían que señalar “imaginariamente” hacia arriba como si tuvieran un “Globo” de TBO. Una de las niñas tenía síndrome de Down, y no entendía lo que tenía que hacer, hasta que finalmente, cogí la “NARIZ MÁGICA” (una nariz roja de payaso), la enganché en una pared, y le pregunté: “¿Maria dónde está la Nariz Mágica?”, y señaló la pared, y así lo conseguimos.
En un proyecto de Tous, necesitábamos que un bebé de 12 meses, tocara un collar que le habían puesto encima. Marco tenía una pelota en la mano, y no la soltaba, así que tocaba el collar con la pelota y no nos servía. Lo que hice, fue ofrecerle dos pelotas más vistosas que la que tenía, él se miró las manos, soltó la que tenía, y a continuación le puse las pelotas por encima del collar, y al irlas a buscar, tocó el collar, con las manos sin pelotas. Y así, ¡miles y miles de anécdotas!!!!
¿Cuáles son los proyectos más alentadores para vosotros?
Hemos hecho proyectos muy divertidos, con muchos niños y niñas. Lo más maravilloso, es ir viendo cómo crecen y se hacen mayores... niños con los que has trabajado desde que tienen 2/3 años y ahora ya tienen 10/12 años. ¡El vínculo que creamos con ellos y las familias es mágico!!!
Siempre es muy divertido encontrarse con niños que ya conocemos, porque cuando nos ven siempre se ponen felices. Más que proyectos, son momentos, que entre los menores y nosotros creamos durante los días de rodaje, cuando ves que disfrutan y se lo están pasando bien.
A pesar de que es verdad que cuando hay más de un niño en las producciones normalmente es más divertido que cuando solo hay uno, para ellos y para nosotros. Porque tienen a alguien cerca que es más o menos de su edad y esto les hace sentir más a gusto.
¿Hay diferencias trabajando con un niño que empieza y es su primer trabajo a uno con más experiencia?
Para un niño que nunca ha trabajado ponerse ante una cámara con un equipo de personas adultas que no conoce puede ser angustioso. Por eso es tan importante el vínculo del cual hablábamos. Un rato antes de empezar cuando nos conocen, les tenemos que transmitir que haremos el posible para que la experiencia sea divertida y ligera. En estos casos normalmente requieren más ayuda tanto en el set como fuera del set, porque los rodajes son todo un mundo y provoca muchos estímulos en los niños, y más si nunca lo han vivido. Pero de todos modos cuando nos encontramos con niños que ya tienen experiencia no quiere decir que tengamos que estar menos pendientes de ellos, ni mucho menos.
A pesar de que es verdad que a veces te sorprenden y un niño que nunca ha hecho nada se pone ante la cámara y parece que lo haya hecho toda la vida. Igual que, otras veces un niño con el cual has trabajado varias veces y siempre lo ha hecho bien, puede llegar un día girado al set y no querer hacer nada.
Hay niños que nos conocen de hace años y al vernos se les ilumina la cara porque ya saben que estarán cuidados, se lo pasarán bien y disfrutarán la jornada.
También ofrecéis actividades off/set. ¿Por qué y en qué consisten?
Normalmente, hacemos manualidades y juegos de mesa, actividades en las cuales no se agobien demasiado, pero que disfruten. Es muy importante crear un vínculo con ellos y que se sientan seguros con nosotros para cuando sea el momento de rodar puedan estar relajados y sentirse en un ambiente seguro.
¿Qué otros servicios ofrecéis?
Aparte de Chid Wrangler con The Kids Team, también tenemos OKnens donde tramitamos permisos de menores con más de 8 años de experiencia y desde dónde hemos tramitado casi 1.500 expedientes, para muchas productoras, marcas, fotógrafos, series de televisión, cortometrajes, largometrajes, etc... Y Good Monday donde realizamos producciones y coproducciones en el mundo audiovisual, la mayoría con menores. Paula Ferrer, que es fotógrafa, hace sesiones de fotos para books para agencias.
¿Algún proyecto con niños o niñas en que hayáis trabajado en Barcelona y de los cuales nos podáis hablar?
Algunos de los proyectos que hemos hecho este año incluyen marcas como Zara, Lefties, JD sports, Nissan, Mango, Arket, Petit Bateau, Victoria, Hugo Boss, Vilibrequin, Bonmot, Puma, Hawkers, Tommy Hilfiger, Molo, Monzo, Eat my socks, Sofitel, Gioseppo, My theresa, Letter to the world, Katia Fabrics, Losan, Calliope, My little Cozmo, ... ¡entre otros muchos!
Lo que podemos decir es que cada producción a la cual vayamos es una experiencia diferente a la anterior, hay marcas con las cuales trabajamos muy a menudo como Lefties y Mango, pero cada vez la experiencia cambia y esto es lo que lo hace tan especial, el equipo puede ser el mismo, pero la magia de trabajar con niños es que siempre te sorprenden y es un trabajo muy agradecido.
Querría acabar explicando que cada niño cuando acaba, ¡siempre se va con una cosa super mágica!!! Cuando acabamos les decimos que les daremos una cosa super mágica, que cuando estén tristes si se lo ponen se les pasará la pena, que si están enfadados, y se lo ponen se les pasará el enfado y que si sus tutores o hermanos están enfadados o tristes se les pasará el enfado o la pena. Les hacemos cerrar los ojos y les ponemos una nariz de payaso, ¡LA NARIZ MÁGICA!!! Y cuando abren los ojos, lo primero que les sale..., ¡es una sonrisa!!! ¡Y es verdad que se ha convertido en un símbolo muy nuestro y de los niños con los cuales trabajamos!!! Tanto es así, que vino un niño de Ámsterdam a trabajar en Barcelona con nosotros, y la madre nos dijo que la hermana estaba muy enfadada, ¡porque ella no venía y no conocería a Anna de la Nariz Mágica!!