¿Cómo nació la idea de este proyecto?

Roger Grau: Desde la Fundació Montblanc para la promoción de la mujer buscaba un proyecto que tuviera un cariz educativo, pero también un cariz más cultural para estar más próximo a la juventud. La fundación tiene un programa de voluntariado que se llama Mou Fitxa en varias escuelas en toda Cataluña. Estas escuelas le pidieron si tenían algún tipo de actividad o programa para poder hacer en las tutorías y para trabajar contenidos con valores con los jóvenes y sobre todo sus preocupaciones. En aquel momento Montblanc no lo tenía y nosotros les propusimos una web serie que tuviera una calidad profesional, que se pudiera exhibir perfectamente en cualquier lugar pero que tuviera un contenido o un cariz más educativo. Como consecuencia de esto fuimos picando puertas para buscar financiación. Atrápalo se sumó y también Èpic, una entidad social, que engloba las escuelas privadas de Cataluña. Financiaron el proyecto.

La serie está dentro de la plataforma educativa y audiovisual de convivencia de la Fundació Montblanc para la promoción de la mujer. ¿Es por eso que una chica es la protagonista?

María Medinilla: En parte sí, pero tenemos un poco la fijación de tener protagonista femenina. Siempre nos ha gustado mucho resaltar la figura del personaje femenino porque falta más representación y queremos dar voz a las mujeres y en este caso más que habla de acoso.

Roger: También fue muy bien ya que la fundación en si también promociona todo lo que tiene que ver con la mujer, encaja porqué nuestro sello es este.

¿Los actores y actrices protagonistas son profesionales?

María: Todos los consideramos profesionales, algunos empiezan ahora, otros hace 10 años, pero todos tienen un bagaje. No hacemos castings. Cuando creamos los personajes ya tenemos una imagen muy clara de qué queremos. En el caso de Nosaltres con Paula Jornet, no teníamos ningún contacto suyo y le escribimos por instagram diciéndole que teníamos un proyecto y si podíamos quedar y hablar. Y surgió así.

Roger: Paula Jornet ha crecido en La Riera, ahora es cantante y ha recibido premios por su interpretación en La importancia de ser Frank que empezó en el TNC y después el Poliòrama. El resto son gente que ha hecho cosas quizás no tan conocidas, pero son profesionales. La otra persona conocida es Roger Príncep que sale en la segunda temporada como coprotagonista. Es el niño de El Orfanato.

María: Lo que queríamos era no tener muchas caras conocidas. Como es un proyecto nuevo, nacido a Barcelona, queríamos también dar oportunidad a gente que tiene experiencia pero que no habían tenido el gran proyecto. Crear sinergias entre todos que somos jóvenes.

¿Cuál es el público al que se dirige?

María: Lo enfocamos hacia la ESO y Bachillerato desde los 12 hasta los 18. También hay gente adulta que lo ha visto y le gusta. Y también más pequeños.

¿Cómo es la relación con las escuelas, ya que es una herramienta pedagógica? ¿Cómo funciona la serie dentro del currículum académico?

Roger: Nació como una cosa muy pequeña. Como una prueba piloto. Y en cuestión de un año se inscribieron en la plataforma para utilizar el recurso 150 escuelas de toda Cataluña. En un año y medio que lleva activo, ya hay 430 escuelas. Ha ido creciendo mucho y supongo que también porque es un recurso gratuito, lo único que tienes que hacer es inscribirte, ha ido de boca a oreja. A partir de aquí, pueden acceder a la web serie y aparte de esto a unas guías didácticas que han hecho voluntarios que son profesores de la Fundació. Estas unidades didácticas sirven para complementar la serie. También muchas cosas han venido por apoyo institucional. La primera temporada recibió apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y como consecuencia de esto, los puntos JIP (Punto Joven Infórmate y Participa) que trabajan directamente con los adolescentes y el servicio de adolescentes y familia del mismo ayuntamiento, empezaron a promocionar el proyecto en las escuelas públicas de su área.

El día en contra del acoso escolar, la Generalitat hizo público cuáles eran los recursos que recomendaban para trabajar en clase y entre los 6 u 8 recursos, la gran mayoría propios de la Generalitat, estaba nuestra web serie. Tanto picando puerta para ver qué relación podíamos establecer con las escuelas como contacto de mailing, pero también es muy importante el apoyo institucional para que se vaya conociendo. Al final presentar la web serie sin tener apoyo detrás, es más difícil.

María: De hecho, al principio cuando llamabas por teléfono a las escuelas, nos decían que no les interesaba porque ya tenían series, pero no eran series enfocadas desde el punto de vista educativo. Costaba mucho al principio. Ha sido un proceso duro, pero el resultado es muy gratificante.

¿Cómo funcionan las dinamizaciones con los actores y actrices y que ha aportado de nuevo al proyecto y como ha ayudado a los alumnos?

María: Hemos empezado con la primera temporada. Es un efecto sorpresa. Después de ver el último capítulo, entran las actrices a clase. Parece mentira porque no son superfamosas ni nada, pero el efecto es: ¡guau! Y la dinamización básicamente se basa en un diálogo. No venimos a impartir una charla de “el bulling es malo”. Eso no lo escuchan y ya lo saben. Es un debate abierto donde ellas hablan, hacen preguntas y hacen un poco de actividad más de juego de rol, sobre que les parece lo que han hecho los personajes. Después llega un punto, al menos en las últimas dinamizaciones nos ha pasado, en el que los alumnos deciden abrirse ante las actrices. Manifiestan que han tenido problemas reales en la escuela. Y esto es lo que nosotros intentábamos hacer, que los alumnos a través de esta herramienta, pudieran abrirse y explicar sus experiencias. Se crea este momento que comparten experiencias, algunos hablan con los profesores para explicar que les están pasando cosas. Nos emociona hacer las dinamizaciones, porque hemos hecho algo que ayuda.

Roger: Se crea un clima que, si no fueran tan jóvenes las personas que interpretan los papeles, sino que las vieran muy adultas, seguramente sería un efecto rebote. “Ya estoy acostumbrado a que me vengan a dar la chapa sobre que el acoso es malo, etc., ...”. Cuando ven a las actrices, les choca, porque no se lo esperan. Pero independientemente, el clima que se crea es suficientemente cómodo para que los alumnos se olviden de que los profesores están allí supervisando la dinamización y explican cosas que seguramente no habrían explicado si hubiera venido alguna persona más adulta. Los profesores a veces nos han dicho que no sabían lo que explicaban sus alumnos y que ha ido muy bien que fuéramos. A pesar de que tienen que valorar cómo actuar y lo tienen que trasladar al claustro. Se tiene que ir con pies de plomo también. Los adolescentes a veces hacen las cosas muy grandes cuando no lo son. Pero al menos que den este paso de hablar, que es una de las cosas más importantes, que lo hablen y lo expresen.

Los cuatro primeros capítulos se ven en clase sin el equipo. Las otras cuatro dinamizaciones están tutorizadas por los mismos tutores o tutoras o el equipo del ayuntamiento, por ejemplo, los puntos JIP. En la quinta es cuando llegamos nosotros. Y como ellos han tenido la experiencia en las otras cuatro, nos dicen que no es igual cuando intentan dialogar con ellos que cuando viene gente más joven a hablar.

María: Algunos son más tímidos y no dicen nada en clase, pero después se acercan a las actrices que hacen de Clara y Laura. Les dicen que se sienten identificados con ellas y que a ellos o ellas les están haciendo el mismo. Nosotros ni somos psicólogos ni profesionales para poder ayudar, pero podemos hablar con los profesores. Es muy satisfactorio ver que se están abriendo. Al principio costaba más pero ahora no. Ellos lo ven como una serie de tele. Se enganchan. Y creo que es lo que funciona, que no ven que les están inculcando unos valores, sino que lo ven como entretenimiento.

Roger: La protagonista también hace cosas mal. No es perfecta. Y la mala igual. Esto les hace entender que son personas humanas, que son como nosotros. Algunos alumnos han llegado a decir: “ostras es que ninguno de ellos lo hace bien”. Ya, esa es la gracia que entendáis que se pueden cometer errores, pero lo más importante es admitirlos e intentar ver cómo los podemos solucionar. Al menos por lo que hemos podido ver, están muy acostumbrados a ver entretenimiento, pero no lo analizan. Lo consumen sin pensar. Nosotros les proponemos un entretenimiento que podrían ver en otro lugar perfectamente, pero con el trasfondo que hay un tutor o alguien detrás que les esté diciendo: “¿Sí? ¿Seguro?”. Y entonces reflexionan y se dan cuenta que no. De hecho, nos ha pasado en la segunda temporada, que trabajamos más los micromachismos que por definición ya están aceptados y ellos los ven y no les dan importancia.

María: “Es una historia de amor”, dicen, “acabarán juntos”. Y les decimos: “analiza algo más el fondo”.

Normalmente tratáis temas que no se tratan tanto en la ficción audiovisual, y menos con jóvenes protagonistas. Habéis rodado dos temporadas cada una dedicada a una temática diferente. Explicadnos sobre qué va cada temporada y cómo se escogen estas temáticas.

Roger: Es verdad que, a la hora de escribir los guiones, nos basamos mucho en nuestra experiencia. Pero también lo que hicimos fue ir a algunas escuelas implicadas en el proyecto y les explicamos un poco la historia general. En las clases de la ESO se les propuso como actividad, incluso evaluada, proponer ideas de cómo tenía que seguir. La escuela nos lo enviaba y muchas ideas las aprovechamos, sobre todo en la segunda temporada.

María: En las dinamizaciones también lo hacemos. Les preguntamos qué les gustaría ver en la siguiente temporada. Los alumnos lanzan ideas dramáticas que ves que seguramente es lo que les preocupa y no lo tratan en clase.

Roger: La definición del proyecto es que está hecho por jóvenes y dirigido a jóvenes y queremos que se vaya retroalimentando. Ellos son el público que lo consumirá. Y necesitamos saber que quieren y de qué manera quieren trabajarlo. Los temas adolescentes no se tratan mucho en el audiovisual y los que lo son, cuidado con cómo los trabajan. No sé si es muy veraz o si se han plantado en el terreno. Nosotros, vamos allí, analizamos el terreno y a partir de aquí creamos, porque creemos que así lo verán más veraz. De momento no nos ha fallado.

María: incluso los alumnos son figurantes de la serie. También nos ayuda a alimentarnos de cómo hablan, cómo viven.

Roger: Algunas escuelas se han implicado más y nos han propuesto rodar allí. Y nos pareció genial.

María: Y los alumnos locos porque querían salir en la serie.

Roger: Después es supercomplicado rodar y controlar a 30 niños. Pero está muy bien porque también se involucran en el proceso de rodaje y a veces ellos mismos nos piden hacer un tour por los diferentes departamentos. O María y yo les explicamos con el director del centro todo lo que hacemos. El director nos dice que aprenden mucho porque participan de manera directa en el rodaje. Es como un extra. Muchas veces se rueda en fin de semana, porque entre semana es complicado. Aun así, vienen porque hacen una cosa diferente. Les trastoca y les parece muy guai que en su currículum académico les pongan una web serie. Los profes les dicen que solo quieren hablar y les encanta. Nos dicen: ¿Porque los capítulos son tan cortos no podrían durar una hora? Están hechos expresamente para que después habléis.

¿Cómo escogéis la temática de cada temporada y tenéis ya la siguiente?

María: Con la primera hicimos una lista de temas que creemos que podían afectar e interesar y que pueden ser importantes de hablar. Porque a veces hay muchos tabúes. Todo el mundo dice bulling y acoso escolar pero realmente, ¿se habla o cómo se habla? Al escoger la temática nos fijamos en estos puntos. Y decidimos en la primera el acoso escolar porque al ser el piloto era mucho más fácil de encarar.

Roger: Además era un tema que más habían pedido las escuelas que trabajan con la Fundació Montblanc. Cuando la rodamos en 2017 estaba en boca de todo el mundo, en el 2018 estaba era el tema de la mujer. Como se habían sumado muchas más escuelas, hablamos con las que estaban más activas y les pedimos una lista de lo que más les preocupaba como escuela. Y todo el mundo puso como número 1, como ya habíamos trabajado el acoso, los machismos.

María: Y las relaciones entre los adolescentes. Las influencias, los grupos de amigas, los chicos y chicas.

Roger: Después han destacado otros temas que también se van trabajando, pero no es el tema transversal de la serie sino subtramas. Nos han pedido mucho que trabajemos más, por ejemplo, la relación con los padres. Porque es complicado y acaba afectando mucho en las escuelas. El racismo también. La Generalitat nos lo comentó cuando nos reunimos con educación. Y en cuanto a la tercera temporada estamos valorando lo que hacemos.

El proyecto ha tenido muy buena acogida, ha recibido varios premios. ¿En el ámbito escolar cuál está siendo la acogida, sobre todo al principio de presentar el proyecto?

María: Lo más difícil es coincidir con la programación escolar, antes de septiembre ya lo tienen todo cerrado. Muchos profesores estaban motivados, pero a la hora de llegar arriba a quién toma las decisiones, desmonta mucho la estructura de la escuela típica. Sí que hay algunas que trabajan por proyectos y se adaptan a cómo crecen los adolescentes. Al fin y al cabo, el audiovisual es su herramienta. Los profesores, directores de escuela o coordinadores de ESO y Bachillerato nos han dado las gracias. Se arriesgaron y les ha funcionado.