Isona Passola: "Barcelona puede dar una diversidad brutal a una película"

30/03/2017

Entrevistamos a Isona Passola, presidenta de la Acadèmia del Cinema Català y productora de Incerta Glòriael último filme de Agustí Villaronga.

- ¿Cómo surgió la idea de adaptar la novela Incerta Glòria?

Cuando estudiaba en Estados Unidos, David Rosenthal, el americano que tradujo Tirant lo Blanc y que lo convirtió en un best seller en Estados Unidos, me vino a buscar en la Facultad de Cine y me dijo "Incerta Glòria es para mí la novela más importante escrita en catalán". Me gustó mucho que me lo dijera un americano. Yo había leído la novela a los 16 años, por insistencia de mi padre, pero entonces era una versión mucho más corta de la que conocemos ahora. Así que leí una Incerta Glòria totalmente disminuida.

Ha habido más de una persona interesada en hacer una versión cinematográfica de la novela. De todas las propuestas, Maria Bohigas, la nieta de Joan Sales, quería que la filmara Agustí Villaronga y así ya fue como tuvimos el triángulo hecho.

 

- ¿Qué supuso rodar en Pla de Palau y hacer que volviera a ser la Barcelona de los años 30?

Pues un reto para todos. Para el Ayuntamiento, para el ICUB, la Barcelona Film Commission, la Guardia Urbana, la productora, los vecinos, comerciantes... fue un reto importante, pero a la vez interesante porque realmente nosotros sólo teníamos oportunidad de hacerlo un solo día. En un periodo de rodaje de dos meses y de acuerdo a la planificación del rodaje, teniendo en cuenta que, por las necesidades de la filmación (teníamos que hacer un corte de tráfico), había que hacerla en un domingo, nosotros sólo disponíamos de aquel día. Era imprescindible armonizar distintos intereses cruzados: las necesidades de realización; las actividades de otros colectivos con un programa en la misma zona; el respeto a los vecinos... aún así finalmente se pudo llegar a un acuerdo y se pudo rodar ese día señalado. A nivel de logística fue complicado. Tuvimos que trabajar de noche sin hacer ruido y siendo muy respetuosos para no afectar la vida de la gente, la ciudad, los vecinos, etc. ¡Fue un todo reto y fue muy interesante!

 

- ¿Y cómo fue la relación con la Film Commission?

La Film Commission fue el ente que nos ayudó a resolver el callejón sin salida, porque realmente era muy complicado... inicialmente se nos había propuesto cambiarlo de día, pero nuestro plan de rodaje no lo podía asumir. Por decirlo de alguna manera, la Barcelona Film Commission fue quien puso el aceite para que la máquina no se detuviera.

 

- Tras el éxito de Incerta Glòria en nuestro país, ¿qué proyección internacional tendrá?

En estos últimos años, se han ampliado las ventanas de proyección de las películas. Hasta no hace tanto, la asistencia a las salas de cine era un factor decisivo para la proyección internacional de una película. Con la aparición de las plataformas online hay una eclosión del impacto que puede tener un filme. En la medida en que una película es adquirida por una plataforma, pasa a tener millones y millones de espectadores. Podemos decir que la proyección de Incerta Glòria será exponencial, llegando a 250 millones de personas.

 

- Cuando el filme da el salto fuera de Cataluña, ¿siempre es con la versión doblada al castellano?

No siempre. Por ejemplo, esta plataforma que ha comprado Incerta Glòria no ha mirado la lengua. La ha encontrado buena y punto.

Wim Wenders en el último encuentro de Academias Europeas nos dijo: "rodad en todas las lenguas posibles, por más pequeñas que sean, la identidad de Europa es su diversidad". Por otra parte, no es verdad que el inglés sea la lengua más hablada, hay otras lenguas muy potentes, como por ejemplo el chino o el castellano. Lo que deberíamos asumir como seres activos en el mundo de la cultura es que la diversidad nos enriquece y nos hace más respetuosos. La lengua no sólo es un estorbo, si no que es una gran aportación a la cultura universal. Ahora todo el mundo quiere rodar en inglés y esto es un empobrecimiento del lenguaje. La musicalidad, los acentos, los registros los tonos... los actores son factores muy importantes y por eso yo siempre ruedo en catalán. Se debe conocer muy a fondo la lengua para dominar las texturas. Nunca he tenido ningún problema de ir en catalán por el mundo.

 

- Post Incerta Glòria, ¿qué?

Pues tenemos tres proyectos futuros. Lo que no queremos que nos pase es lo que ocurrió después de Pa Negre, que a pesar del éxito de la película tuvimos que hacer siguiente proyecto con crowdfunding. Con el equipo que tenemos, queremos rodar con más continuidad y tenemos tres proyectos a punto. Uno será Un hotel en la costa, la novela de Nancy Johnston que narra el dietario de una inglesa que monta un hotelito en Tossa de Mar y donde iba toda la intelectualidad del país. De repente estalla la guerra y ella lo convierte en un refugio para niños, que luego los deberá ayudar a salir al extranjero. Tenemos también dos proyectos más de los que todavía no puedo hablar.

 

- La memoria histórica siempre aparece como tema en tus producciones.

Yo siempre digo a las presentaciones de Incerta Glòria: "No os hablaré de la película porque ya la veréis, pero nos han pisado la memoria histórica y no se construye nada que no se construya sobre la verdad. Hay que ir a fondo y ha de salir todo lo que es bueno y lo que es malo, es así como las sociedades quedan tranquilas ya partir de ahí se puede construir. Quizá por eso a nosotros nos gusta que el cine dé puñetazos en el estómago de los espectadores.

 

- Hablemos de rodajes en Barcelona. ¿Cómo crees que está la situación ahora mismo?

Pues la verdad es que es muy complicado. Muchas veces me pregunto cómo es que hay ciudades que salen tanto en las películas... ¿Se puede rodar una película de época en Barcelona? Se debe poder hacer. Si tú abordas una película, como Incerta Glòria, una película que quede para la historia... cuando tienes la ambición de hacer un filme que pasa a formar parte de la cinematografía nacional, como ha sido Pa negre... debería haber una predisposición diferente para ayudar a encontrar localizaciones concretas. Nosotros entendemos que es un criterio que debería prevalecer y, obviamente, esto no quiere decir tener privilegios, sino saber leer de qué tipo de filme estamos hablando y facilitar el rodaje en el caso apropiado. Lo que no puede ser es que las productoras descartemos Barcelona de entrada. Por ejemplo, nosotros hemos ido a rodar unas escenas muy Barcelonesas en La Garriga, aunque nos hubiera gustado rodar en Gracia o en un piso modernista del Eixample. No se pide ningún privilegio, pero sí estudiar los proyectos pensando en una ambición colectiva de ciudad, y de cultura de país.

 

- Entonces, ¿cómo crees que debería cambiar? ¿cuál sería el futuro ideal?

No cambiaría nada. Soy consciente de que en una ciudad no se puede estar rodando cada día, no se puede cambiar la vida cotidiana, pero hay que saber seleccionar muy bien allí donde la imagen de la ciudad sea importante para la cultura del país. Yo creo que este criterio ya se está aplicando, pero se debería tener muy presente a la hora de dar permisos, por ejemplo hay casos en que no puedes irte de Barcelona, ​​como en los casos de filmes históricos, los biopics...

 

- ¿Qué tiene Barcelona como plató de cine que no tienen otras ciudades?

Yo creo que lo que tiene Barcelona en relación a cualquier ciudad europea es que todos los periodos históricos están representados. Tenemos desde los restos de la Barcelona romana, hasta la arquitectura del presente. Tenemos una ciudad medieval que hasta hace pocos años era exactamente igual que entonces. Lo tiene todo. Tiene mar, montaña... Desde barrios populares hasta las zonas más burguesas. Si la comparo por ejemplo con París encuentro que tiene mucha diversidad. En Barcelona hemos rodado películas donde se ha podido transformar el paisaje de tal forma que parezca otro lugar del planeta. Barcelona además tiene la fuerte identidad de cada uno de los barrios; en definitiva no deja de ser una ciudad fruto de la suma de pueblos separados. Ya lo decía el Montalban, no es Barcelona, ​​son Barcelonas. Su paisaje urbano es muy diverso. Es fantástica, puede dar mucho juego a la hora de rodar una película.

 

- Y ya para terminar. ¿Como encaras tu candidatura en estas elecciones en la Acadèmia del Cinema Català?

Nos volvemos a presentar con el equipo que lo hemos gestionado hasta ahora. Tenemos muchos proyectos empezados y que nos parece que son muy interesantes para seguir trabajando. Por ejemplo, el Ciclo Gaudí que contribuye a difundir el cine catalán en el territorio. ¡Comenzamos en 6 localidades y ahora ya estamos en 33! Queremos que quede muy consolidado y establecido, además sirve para cumplir la ley del cine. También nos parece que tenemos que insistir en los presupuestos que la televisión pública aporta a las producciones dramáticas. Si la televisión pública no se implica fuertemente con la ficción, hay ciertos proyectos con sensibilidad por temas concretos que no se podrían tocar. Y tienen su público y un público muy amplio y consolidado. Finalmente nos gustaría ayudar a que el catalán sea una lengua de rodaje en las producciones catalanas y que no sea considerado una rareza. Pensamos que hay que aplicar la normalización lingüística en un medio tan importante como es el cine, que llega a todo el mundo y en todas partes.

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