EUGENI OSÁCAR: “Hay una coincidencia absoluta entre los lugares que aparecen en las películas y los que son visitados turísticamente”.

10/09/2018

Entrevistamos a Eugeni Osácar, director de Investigación del Campus de Turismo, Hotelería y Gastronomía CETT-UB. También es profesor de la Escuela Universitaria de Hotelería y Turismo CETT-UB, experto en marketing, patrimonio, turismo cultural y turismo cinematográfico. En octubre publica una nueva edición de Barcelona: Una ciudad de película, un libro que da un repaso a la historia cinematográfica de nuestra ciudad.

Este libro es la ampliación de otro que publicaste en 2013. ¿Qué novedades aporta esta edición?

Vuelve a tener como coeditores a la editorial Diëresi y al ayuntamiento de Barcelona. Para llevar a cabo este libro, el consistorio nos dijo que tenía que ser una segunda edición, no un planteamiento nuevo. El editor sí que quería hacer unos cambios sustanciales y llegamos a un punto intermedio. Mantiene un poco el formato del libro con capítulos por géneros o por directores, tipos de películas, Hollywood, etc., ... Tiene 50 páginas más y cinco capítulos nuevos. El anterior tenía 15 y este 17. Se podría decir: ¿dónde están esos capítulos nuevos? Pero algunos los hemos cambiado, modificado y alguno, como el de la película L’auberge espagnole (Una casa de locos), lo hemos subdividido en dos con uno sobre cine francés.

 

¿Cuáles son los capítulos nuevos?

El de cine francés, donde he intentado recuperar cosas que no se conocen, como que Jean Seberg o Jean Paul Bellmondo rodaron aquí en los años cincuenta y sesenta o toda la historia con Jean Moreau. Otro de cine asiático, sobre todo pensado por la edición en inglés. La mayoría son películas de la India, China y Japón que aquí no se estrenan, pero sí que tienen bastante éxito en sus países de origen. Completamente nuevo es el de mujeres directoras, que en la anterior edición estuvimos a punto de incluir, pero las disgregamos en varios capítulos. Uno de cine catalán, que se ha producido en Barcelona. Y otro titulado “Barcelona más allá de Barcelona” que es un tema que a nivel universitario estoy trabajando bastante últimamente: películas que se ruedan en Barcelona pero que no representan Barcelona. A pesar de que hay algunas como El perfume que tienen su capítulo específico. Aquí he intentado aglutinar las más conocidas como por ejemplo Savage Grace o Circus World (El fabuloso mundo del circo) y otras que probablemente no lo son tanto. 

 

¿Cómo nació la idea del libro?

El año 2005 aproximadamente. Como profesor e investigador en una escuela universitaria, una de las líneas de investigación que trabajo es el binomio turismo y cine. A principios del siglo XXI había algunos países que ya lo hacían. Parte de mi formación es en marketing turístico y vi que era una buena oportunidad. Ya hace tiempo que, en lugares como Nueva Zelanda, Australia, Reino Unido o EE.UU., el turismo y el cine se utiliza como herramienta de marketing. Aquí no se hacía. A partir de esto empecé a trabajar preparando proyectos como el que creamos con el ayuntamiento, la web Barcelona Movie. Pero siempre había tenido la obsesión de publicar en soporte papel. Y en 2012 llegó esta oportunidad que era muy interesante porque estaba el ayuntamiento detrás, nos garantizaba una tirada importante en varios idiomas y mucha fotografía que es el que pide este tipo de libro. Después hicimos el de Cataluña y ahora esta segunda edición del de Barcelona.

 

¿Qué tiene Barcelona para ser un escenario de película? ¿Por qué atrae tantos rodajes?

Dos cosas, que vosotros la Barcelona Film Commission conocéis tanto como yo. Es una ciudad muy heterogénea, tiene todo tipo de localizaciones, desde localizaciones que esconden Barcelona a fantásticas vistas de la ciudad. Tiene mucha luz. El clima ayuda mucho. Y que muchas producciones se apoyan en los equipos técnicos que hay en la ciudad. Barcelona tiene una gran tradición en el mundo audiovisual. Y si a todo esto sumamos que es un destino turístico de primer nivel, hace que la combinación de círculo virtuoso como algunos lo llamamos, la convierta en un destino para acoger rodajes importantes. 

 

¿Cuál crees que es la película que más ha influido en hacer conocida la ciudad después de su paso por aquí?

La que ha tenido más repercusión mediática y ha traído más noticias en cuanto a medios de comunicación o más influencia en redes sociales, es Vicky Cristina Barcelona. Si la pregunta es “¿Vicky Cristina Barcelona refleja Barcelona?”, te diré: refleja una parte de Barcelona como otras muchas partes. Ya hace unos años que aprovecho este film y Biutiful, porque coincidieron en la misma época, para decir que son dos caras de la ciudad y que no son la única. Las dos pasan por la visión de dos directores muy diferentes como González Iñarritu y Woody Allen, pero estas dos Barcelona existen. El gran éxito es que las dos utilizan, en muchos casos, las mismas localizaciones simplemente planteadas de manera diferente para explicar historias diametralmente opuestas.

 

¿Cuál es la parte más cinematográfica de la ciudad? ¿Los lugares donde más ha rodado el cine en Barcelona?

Antes lo decía por intuición. Ahora lo tengo bastante estudiado, sobre todo si hablamos de producciones más o menos internacionales. Hay una coincidencia absoluta entre los lugares que aparecen en las películas y los que son visitados turísticamente. Es normal porque los equipos que vienen de fuera, algunos ya conocen la ciudad como turistas, por lo tanto, no se pueden resistir a utilizar aquellos lugares que han visitado. En un estudio que hice hace tres años, el lugar que salía más en las producciones internacionales era la Sagrada Familia. Prácticamente en el 60% de las películas de coproducción internacional. No es ninguna sorpresa. La Rambla también, evidentemente.

 

¿Qué partes de la ciudad crees que han ganado como escenario de cine que hace unos años no lo eran?

Hay dos. Primera, toda la fachada marítima que creo que la ha ganado la misma ciudad. Quizás ahora en exceso. Es evidente que si, después de los Juegos y el Fòrum del 2004, conseguimos 5 kilómetros de playa, se recupera la playa para la ciudad y el cine la explota de manera absoluta. Y segunda, en 2012 el ayuntamiento de Barcelona y los distritos hicieron el primer plan de descentralización turístico y cultural. Uno de los objetivos que nos encargaron al CETT era buscar nuevos espacios y uno fue el Turó de la Rovira, el famoso mirador. Fíjate qué ha pasado. En cinco años estamos en la situación contraria, actualmente el mismo ayuntamiento nos ha encargado un estudio de cómo gestionar mejor un espacio reducido en el cual viven residentes fijos. El audiovisual, que no sólo el cine sino también las series y los videoclips, lo han convertido en un must see, aquellos lugares ineludibles que se tienen que ver. Es un espacio que ha cambiado radicalmente.

 

¿Y qué partes de la ciudad crees que están desaprovechadas?

Algunos parques. Sin ir más lejos, junto al Turó de la Rovira está el parque del Guinardó que es maravilloso. Tiene algunos espacios y vistas fantásticas de la ciudad y prácticamente no sale en ninguna película. Hay algunos distritos menos utilizados y menos conocidos turísticamente, como Les Corts y Nou Barris. Pero forma parte de la misma idiosincrasia de la ciudad, aquello que es más conocido también es más utilizado audiovisualmente.

 

El Hollywood de los años 20 encontró un gran atractivo en la ciudad, algo que se desconoce. Por qué rodaron en Barcelona estas películas, ¿qué les daba la ciudad que Hollywood no les daba?

Es verdad que se ha rodado mucho en Barcelona sobre todo cine europeo, pero también de otros lugares. A partir de los años 50, Barcelona y la Costa Brava empieza a ser un lugar de interés para gente como Orson Welles y otros grandes directores o actores como John Wayne. Pero ya partir de los años 20 actores como Douglas Fairbanks vinieron, no tanto a rodar, pero sí para hacer giras de promoción que ahora son tan habituales y que hacen que por Barcelona pasen la mayor parte de actores, actrices y directores conocidos. Pero en aquel momento era una cosa muy excepcional encontrar en Barcelona a una gran estrella de Hollywood haciendo promoción.

 

¿Qué etapa crees que ha sido la más importante en cuanto a rodajes en la ciudad?

Turísticamente decimos que 1992 pone a Barcelona en el mapa. Yo acostumbro a decir que, con todos los matices, el estreno de Todo sobre mí madre de Pedro Almodóvar en 1999 pone a Barcelona en el mapa cinematográficamente. Coincide también en esta primera década del siglo XXI con una apuesta del ayuntamiento y la Generalitat por el audiovisual. Si nos fijamos, la inmensa mayoría de grandes películas que se han rodado en Barcelona y Cataluña son del 2001 al 2008, antes de la gran crisis.

 

Últimamente se está rodado mucha producción asiática en la ciudad. Le dedicas un capítulo del libro. ¿Crees que Barcelona se está convirtiendo en lugar de rodaje habitual para estas producciones y por qué?

Sí, no sé decirte la razón. A partir de 2011, sobre todo a raíz de la película india Zindagi Na Milegi Dobara. Fue una campaña de Turespaña con una apuesta clara para que vinieran a rodar, no sólo aquí, sino en todo España. Pero sí que es verdad que han venido de repente toda una serie de producciones de Tollywood más que Bollywood, rodadas en telegu no indio. Este aumento se corresponde también con el interés turístico por Barcelona por parte de la India o China, con Japón ya pasaba históricamente. Está creciendo el interés sobre todo en China. En el caso de India, ayudó mucho la boda de la familia Mittal, un magnate de la siderurgia que tuvo una repercusión inmediata en determinada gente de una cierta posición en el país. Lo que acostumbran a rodar aquí son las performances musicales. Estas películas allí tienen un cierto éxito. El turismo urbano desde India ha tenido un crecimiento importante en Barcelona, a pesar de que sigue siendo minoritario. Y si lo sumamos al del Japón y China, son tres mercados muy prometedores. Esta es una de las razones para hacer este capítulo. A parte de que no lo conoce nadie, puesto que la mayor parte de películas no se estrenan aquí.

 

¿Cuál es el retorno de los rodajes para la ciudad respecto al turismo?

No está estudiado ni en el ámbito cinematográfico ni en el ámbito turístico, lo tenemos pendiente. El presidente de la Spain Film Comission, Carlos Rosado ha dicho que, de la inversión en un rodaje, el 30% queda en el territorio. Estoy convencido que se ha hecho con datos y ejemplo de producciones significativas en alguna parte de España, Andalucía, sobre todo. Pero en España no hay ningún estudio en el ámbito turístico sobre esto y creo que será el gran reto. Primero, se tiene que combinar el audiovisual y el turismo haciendo campañas de promoción conjuntas. Y segundo, se tiene que convencer a todo el mundo de la idoneidad de este binomio. Pero necesitaríamos cifras para ponerlo tangible. En otros países como Nueva Zelanda, Malta, Reino Unido o Islandia se ha hecho como estrategia de país. Aquí no.

 

¿Cómo ayuda el cine a fomentar el turismo?

De varias maneras. Una porque el hecho de que un espacio salga en una película, una serie o incluso en un videoclip, ayuda a aquella imagen a posicionarse turísticamente. Desde la época de Manhattan de Woody Allen con Nueva York lo hemos visto mil veces. Por otro lado, ver un lugar en una película hace que la gente tenga interés en visitarlo. La tercera, consigue captar un tipo de público muy específico, los setjetters que tienen como principal motivación conocer los lugares donde se ha rodado. Esto te trae a un tipo de público segmentado muy interesante. Y el cuarto aspecto, muy importante, es que permite crear una oferta turística diferente. Crear rutas guiadas o no, tener moviemaps, aplicaciones para que se puedan conocer determinadas localizaciones. Hay toda una oferta de turismo cinematográfico que puede diferenciar unas localizaciones de otras.

 

Ayudaste a crear Barcelonamovie.com. Moviewalks, una web con paseos por la ciudad relacionados con rodajes de películas como Vicky Cristina Barcelona, Salvador o Todo sobre mi madre, por poner un ejemplo. Explícanos, ¿cómo nació esta web?

Fue innovadora cuando se creó el 2007, ya que era la primera web de este tipo. Fue una propuesta mía que surgió del CETT. La Barcelona Film Commission aportó su conocimiento y background. El consorcio de Turisme de Barcelona ayudó económicamente para llevarla adelante. Y yo aporté mi conocimiento. Era innovador el planteamiento de rutas muy trabajadas, libres y en formato pdf. Ahora está desfasado. Además, hubo cambios a la Film Commission y Barcelona Turisme dejó de ser un tema prioritario. El derecho de explotación es del CETT y se puede consultar a pesar de que no está actualizada desde 2009. Yo confío que en el futuro se retome. A ver si podemos hacer una cosa mucho más pensada para el siglo XXI: con una gran base de datos a partir de actores, directores, localizaciones y que cada cual se monte su propio itinerario.

 

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