Este último mes el turismo cinematográfico se convirtió en titular cuando los fans de Game of Thrones se desplazaron multitudinariamente a diferentes ciudades españolas para intentar ver el rodaje de alguna escena. Para hablar y analizar fenómenos como estos, el pasado 13 de noviembre asistimos al encuentro organizado por el programa europeo EuroScreen que tuvo lugar en Londres con el objetivo de presentar los resultados del estudio “Quantifying Location Placement Value” que, centrándose en cuatro ciudades europeas (Londres, Ystad, Apulia (Itàlia) y Malta), ha analizado las interacciones de los usuarios de diferentes redes sociales encontrando una clara correlación entre la ciudad o el territorio y las película filmadas en el.

En este encuentro se puso de manifiesto que las películas no solo generan beneficios llenando las salas de cine, sino que también son postales de las localizaciones donde se han filmado, creando nuevas oportunidades económicas. Un claro ejemplo es el caso de Notting Hill (1999), la conocida película de Julia Roberts y Hugh Grant filmada en Londres, que según este estudio generó el equivalente a 24’9M de euros en publicidad para la ciudad. Como concluyó Adrian Wootton, CEO de la Film London, “en pocas palabras, esto es publicidad gratuita”.