RUBÉN SECA: "Siempre se considera el cortometraje como el hermano pequeño de las películas, pero creo que es un punto de vista erróneo a cambiar".

29/05/2025

Entrevistamos a Rubén Seca, fundador de la productora Shoji Films. Con él hablamos de su tarea como productor independiente enfocado sobre todo al mundo del corto y de sus proyectos de futuro, como su primer largometraje.

¿Cuándo nació tu interés por el mundo del cine y cuándo decidiste que era a lo que te querías dedicar?

El cine en un nivel más profundo creo que me lo inculcó de forma inconsciente mi abuelo materno. De pequeño me ponía a menudo películas como Dersu Uzala de Akira Kurosawa, o de David Lean como Oliver Twist o Lawrence de Arabia. Me sorprendí en edad adulta cuando empezaba mi etapa cinéfila, de verlas pensando que no las conocía, y darme cuenta que algunas casi me las sabía de memoria, sin relacionarlas con el título de la película. Mi interés consciente por el cine nace durante mis estudios de derecho, donde descubro que me he equivocado de carrera y que mi gran pasión es el cine. A pesar de todo, acabo la carrera de derecho, pero empezando en paralelo a hacer de crítico de cine en festivales y a escribir en blogs y revistas, y yendo casi a diario a la Filmoteca de Cataluña, que fue mi primera escuela de cine. Después cursé los estudios de Dirección de cine en el ECIB donde ya tuve claro que era a esto a lo que me quería dedicar. Y ahora mismo me encuentro buscando la manera de salir adelante en este sector tan complicado, combinando mis dos facetas de director y de productor. 

Foto: Óscar Fernández Orengo

 

¿Cómo nació Shoji Films?

Shoji Films nace inicialmente como una marca no registrada durante la etapa de los estudios del ECIB en 2017, con un compañero de la clase, Marc Algora (a quién habéis entrevistado hace poco, he visto), y hacíamos videoclips y cortos sin recursos. 

En 2021 ya habiendo acabado los estudios hacía un par de años, el proyecto inicial ya no funcionaba muy bien, y fue cuando con otra compañera decidimos que queríamos crear nuestra propia productora. Y fue así como me animé a convertir el proyecto anterior estudiantil en una empresa, para poder entrar en la industria, y así es como nace Shoji Films SL. 

 

¿Por qué Shoji Films como nombre?

Un “shoji” es en japonés el nombre de la puerta tradicional japonesa, que tenemos representada en nuestro logo. El nombre lo escogió originalmente Marc Algora, y me gustó mucho su propuesta. Ya en aquella época Yasujiro Ozu era mi director preferido, y me gustaba tener esta presencia japonesa en el nombre y en el logo. 

 

Vosotros sois defensores del cortometraje, que muchas veces no recibe el reconocimiento que se merece. ¿Cuál es la importancia del corto en el mundo del cine?

Siempre se considera el cortometraje como el hermano pequeño de las películas, pero creo que es un punto de vista erróneo a cambiar. Igual que en la literatura está la novela y el relato corto, en el cine es lo mismo, están los largometrajes y los cortometrajes, y es simplemente un formato diferente, que engloba historias más cortas, más breves, pero no deja de ser cine igual. El problema es que casi no hay industria del cortometraje. Al final, es cierto que muchos directores y directoras acaban usando el formato corto para mostrar su estilo cinematográfico, su talento, y es con algún éxito de algún cortometraje que de repente tienen facilidades para producir una primera película. Y está bien también que sea así. Y en este sentido, también nos gusta apostar en nuestras producciones por nuevos y nuevas realizadoras. Pero nos gusta reivindicar el cortometraje como formato propio, con su valor artístico intrínseco.

 

¿Qué es lo que te decide a entrar en un proyecto?

Producir un cortometraje, a pesar de que parezca que no, pueden ser tranquilamente entre dos y tres años de trabajo, desde que llega la idea del guion, hasta que se hacen los cierres de las subvenciones, auditorías, etc. Y es una dedicación muy grande y mucha energía. Es por eso que es muy importante que el proyecto nos enamore de verdad, y nos haga soñar con querer ayudar a hacerlo realidad, para estar motivados en todo este proceso durante años. Pero es precisamente por eso que es tan bonito, cuando de repente estrenas en un primer festival un cortometraje, y ves convertido en realidad el sueño inicial del director o directora, y te olvidas de todas las complicaciones que ha habido por el camino. 

 

¿Cuáles son las principales dificultades que os encontráis como productora independiente a la hora de comenzar un nuevo proyecto?

La financiación privada es siempre la parte más complicada de levantar. Con los cortometrajes, es especialmente complicado, porque al no haber industria, es difícil que haya un rendimiento económico. Algunos cortometrajes tienen, y hacen bastante dinero a base de premios en festivales y ventas a ciertas plataformas, pero hablamos de una minoría tan excepcional que es mejor no considerarlo como una opción como norma general. Con las subvenciones públicas hace falta levantar en paralelo esta financiación privada, y es un poco la dificultad principal. 

 

¿Qué producción crees que es la que más os ha marcado como productora?

Hasta la fecha, seguramente Demà sea la que más ha generado esta sensación de felicidad, de haber recorrido todo el camino, puesto que fue el primer proyecto que levantamos en solitario tanto las subvenciones de ICEC como del ICAA, y que ha hecho una buena trayectoria en festivales. Pero en la actualidad estamos con dos proyectos también muy bonitos que nos motivan mucho: por un lado, nuestro primer cortometraje de animación, titulado Cap al cel, que dirige Nicolás Sole, y que creemos que será nuestra gran apuesta del futuro próximo (estamos en plena producción desde octubre de 2024, y acabaremos en septiembre de 2025 si todo va bien). Y, por otro lado, mi primer largometraje documental titulado Los Cangrejos, que es a la vez la primera producción de largometraje propia de la productora, levantando todo desde cero como productora principal, en coproducción minoritaria con Toned Media y Piensan las manos.

 

¿Y qué producción os ha costado más llevar adelante?

Llevamos 6 años con otro largometraje documental, titulado El projecte Pisoft, alrededor de la autoconstrucción de una casa casi autosostenible y bioclimática, en medio del casco urbano, en Rubí, hecha por el inventor y genio Edu Sentís. Esta película por sus condiciones propias, ha sido íntegramente financiada por nosotros hasta ahora, pero llevamos meses intentando levantar ahora la financiación que nos faltaría para poder acabarla, pues falta hacer el montaje, y toda la postproducción. Pero está costando mucho...

 

¿Habéis rodado alguna producción en la ciudad de Barcelona? ¿Cómo ha sido la experiencia?

Sí, hemos tenido ya algunas producciones en Barcelona. De hecho, nuestro primer cortometraje como productora fue Mortis causa, a inicios de 2022, y fue toda una experiencia y aprendizaje. Había dificultados como la de crear lluvia artificial en el gótico, pero con la ayuda de la BCN Film Commission y otros, nos asesoramos bien de cómo hacer estas cosas y aprendimos mucho. Después ya con más medios tuvimos producciones de cortometrajes mucho más ambiciosos, como La filla de ma mare dirigido por Carles Gómez Alemany, en coproducción con Cornelius Films. En general, la experiencia es positiva, queremos a nuestra ciudad. 
 

No solo producís cortos. Este año os lanzáis en el mundo del largo. ¿Por qué este cambio?

De momento, queremos seguir produciendo cortometrajes, y estamos apenas trabajando en los próximos dos proyectos que queremos financiar. Pero hemos visto que, si queremos subsistir como productora independiente y de cine de autor, que es de por si casi una utopía, tenemos que intentar empezar a hacer largometrajes, para intentar crecer como empresa y generar posibles mayores ingresos. Y a la vez, queremos al cine y queremos también hacer por eso largometrajes. Estamos empezando por el documental, porque de momento es lo más factible para nosotros como productora pequeña. Pero estamos ya empezando a preparar también un primer largometraje de ficción, de Estefania Ortiz, directora de Demà, y nos motiva mucho poder hacer este acompañamiento de una directora a la cual ya hemos producido un corto, para dar conjuntamente estos primeros pasos hacia el primer largometraje de ficción.

 

Foto: Paula Barranco

Has finalizado el rodaje de tu largo documental Los Cangrejos, háblanos un poco de tu experiencia con este rodaje y que te ha llevado a esta historia tan personal y necesaria.

Al morir mi abuelo paterno, descubrí las memorias de mi bisabuelo, donde explicaba todas sus vivencias en la Guerra Civil en Soria, y me impactó mucho que nadie me hubiera hablado de esto antes. Fue así como de cierta forma heredé una serie de cicatrices familiares, y sentí la necesidad de hacer una película para narrar tanto la historia de mi familia, como otras historias de la provincia de Soria que fui descubriendo al empezar a documentarme más. 

La experiencia del rodaje ha sido maravillosa, porque he implicado a mi familia soriana, tíos y primos que viven en Soria ciudad, para que representen a nuestros antepasados. Y el rodaje lo hicimos con un equipo reducido de personas, a lo largo de diferentes años, con Neil Murphy y Víctor Blanes de directores de fotografía, y con Maximiliano Martínez de director de sonido, y fue como un rodaje totalmente familiar, entre familia real y amigos próximos como son ellos. 

Estamos encarando la postproducción ahora, pero con muchas ganas de poder acabar la película y poder compartirla.

Hemos empezado un crowdfunding para levantar la financiación privada que nos falta, y donde podéis encontrar más información de la película.

 

En la última edición del festival Filmets recibiste el premio Pac productora emergente. ¿Qué significa por vosotros este premio?

Es una inyección de energía y motivación para seguir adelante y resistiendo en esta industria tan complicada. Nos alegró mucho recibir este reconocimiento, y además a parte del premio recibes un año de membresía en la PAC que nos es muy útil, ¡así como una mentoría con Ricard Sales, que está siendo muy generoso y de quien estoy aprendiendo mucho!

 

¿Qué cree que se tendría que hacer para que los cortos pudieran tener más vida en la gran pantalla más allá de los festivales?

Quizás estaría bien recuperar la antigua idea de hacer siempre pases de un cortometraje y un largometraje en las salas de cine comerciales, pero no es fácil tampoco, porque tendrían que ser piezas artísticas complementarias para darle un sentido a que vayan juntas. 

Creo que más que en las salas de cine, lo importante seria generar industria del cortometraje y darles más espacio en televisiones, plataformas, etc. Ya lo hacen plataformas como Filmin, que hacen siempre buen trabajo con todo, y ofrecen a muchos festivales de cortometrajes visibilidad en su plataforma, entre otras. 

En cines, solo se me ocurre la posibilidad de ofrecer sesiones de cortometrajes de forma recurrente, tipo un pack de 5-6 cortometrajes para un pase de 60-70 minutos, a un precio de entrada quizás más reducido, y ver si realmente genera un público. Porque seguramente hay este público. Pero nunca le damos la posibilidad más allá de los festivales de cine locales que proyectan cortos en nuestra ciudad.
 

Últimas notícias

‘Vintage’ rueda su segunda temporada en Barcelona

Vuelven las aventuras de Genís y Paco al 3Cat

Vuelve el Pantalla Barcelona de verano

Con ocho films rodados en Barcelona

'VIAJE AL PAÍS DE LOS BLANCOS' RUEDA EN BARCELONA

Basada en la historia real de Ousman Umar