La Granja de la Ricarda presenta una estructura rectangular, de dos naves de una planta conectadas por tres torres de dos pisos (durante su reconstrucción se añadió una tercera nave), y se sustenta en la estructura metálica del gran ingeniero Joan Torras y Guardiola. Los acabados exteriores y elementos decorativos se enmarcan plenamente en el modernismo catalán. La construcción fue obra de la empresa del pratense Josep Monés i Jané, amigo de los Bertrand y al que se deben buena parte de los edificios más singulares de la ciudad, como por ejemplo la Telegrafía. 

Las obras de ampliación del Aeropuerto afectaron al edificio y AENA llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de El Prat para reconstruirlo en el camino de CalSilet, cerca del núcleo de la ciudad, y cederlo al municipio . Hoy, Granja de la Ricarda está protegida como bien cultural de interés local.