Lluna tenía ocho años en 1993, cuando el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, se instaló en su casa para entrar en contacto con el barrio de Roquetes, en el distrito de Nou Barris.
Veinticinco años después inicia una investigación que empieza con el recuerdo de aquellos días y que la lleva a descubrir un político singular, fundamental para entender la transformación de una ciudad y el presente de un país.
Hablando con familiares, conocidos y políticos, Lluna consigue hacerse un retrato íntimo y universal, humano, contradictorio, vitalista y sobrecogedor de Pasqual Maragall.