1889. La revolución industrial y el capitalismo perturban la tranquilidad de la Cataluña rural con la llegada del primer tren. Oleguer, con la ola de progreso, se instala en el pueblo de Pratbell para abrir un negocio, pero su comportamiento oscuro y avaro en seguida pone todo el pueblo en su contra. No es el afán de ganar dinero lo que más asusta a sus habitantes, sino la extraña relación que tiene con las monedas. Las cuida, les habla y duerme con ellas. Lo conocen como el Estrangulapobres. Cileta, una campesina joven y curiosa, se niega a creer todas las leyendas sobre Oleguer, y se adentrará en la oscuridad de su negocio, poco a poco seducida por el brillo del dinero.
Rodada en: Calaf, Salàs de Pallars, La Saira - Almacelles, Calaf, Móra la Nova y Bellmunt de Priorat.