Manlleu se ha desarrollado a orillas del río Ter, en la parte central de la comarca de Osona. A 80 kilómetros de Barcelona y de Girona, esta ciudad milenaria con identidad propia y un pasado industrial ofrece al productor su historia y su actualidad viva y dinámica. Las riberas del río han sido escenario de la transformación urbanística y social del municipio. Muestras del patrimonio industrial son la Colonia Rusiñol, la antigua hilatura algodonera de Can Sanglas (que hoy acoge la sede del Museo Industrial del Ter) o la calle de los fabricantes (con las villas de las grandes familias propietarias de las fábricas), que conviven con el nuevo paseo del Ter (el centro de ocio y tiempo libre a cielo abierto más vivo de Manlleu) y nuevos equipamientos municipales, como Can Puget o el Centro Cívico Frederica Montseny. Otro de los espacios emblemáticos de la ciudad es la plaza novecentista de Fra Bernardí, presidida desde Dalt Vila por el campanario de Santa María, una atalaya visitable de 52 metros de altura que constituye uno de los mejores miradores de la Plana de Vic.