Situado en un montículo y al pie del escarpado Pui d’Unha, con una esplendida vista del valle y el glaciar y picos de La Maladeta, este pueblecito cercano a Salardú es uno de los que mejor ha resistido el paso del tiempo. Testimonio de ello es su iglesia románica de Santa Eulària con una bellísima torre octogonal que se alza sobre el armónico conjunto de casas aranesas entre las que destacan Çò de Brastet (1580). En esta casa se ubica actualmente el interesante Museo de la Nieve, mientras que en su iglesia se descubrieron los frescos de un maravilloso pantocrátor en los años 90. Dejando atrás la iglesia a la entrada del pueblo, puedes admirar un pequeño edificio construido en 1580, la Casa Fuerte de Unha, posiblemente uno de los más singulares del valle, con sus viejos baluartes defensivos, una buhardilla y una pequeña bodega.