Es un local habitable en el barrio de Gracia reformado de forma íntegra. 70m2 abiertos, con gran amplitud la luz natural, proveniente del patio trasero de unos 20m2 y del ventanal de entrada que da a la calle. El espacio ofrece una línea de unión muy armónica desde la entrada, pasando por la cocina-comedor y acabando en el salón y el patio trasero de la vivienda.

Las escaleras que dan acceso al altillo-dormitorio son a su vez una librería y se unen a la zona de mesa-estudio. A la hora de elegir los materiales, se ha mantenido la filosofía de loft industrial, para luego, poder jugar con los elementos decorativos a su gusto. De este modo, toda la casa está pavimentada a base de cemento pulido, una mezcla especial con un porcentaje de resinas para evitar así la ceración de grietas y un barniz en su capa superior. Las paredes están simplemente rebozadas y pintadas de blanco puro. La escalera, de plancha doblada, es de hierro bruto negro barnizado. El altillo se ha realizado mediante una estructura de vigas de hierro pavimentado con tableros macizos de madera de pino para encofrado, la misma madera que se utiliza en la repisa de acceso al patio, y en los muebles diseñados por la propia interiorista. En el dormitorio, la pared del cabeza está forrada de papel adamascado, también pintado de blanco.

Los armarios y puertas de toda la casa (incluida la cocina) están tratados con laca brillo en un tono grisáceo, por lo que contrasta con el resto de elementos. Frente a éstos armarios y acceso al baño, tratado como pared divisoria. En el interior del baño, también continúa el mismo pavimento, incluso en la ducha-bañera de obra. La pared superior del baño está alicatada con las típicas baldosas rectangulares y biseladas del metro de París, jugando así a darle un aire “retro”, pero siguiendo con líneas muy rectas y puras.