Actualizado: 31/01/2023
Passeig de Gràcia, 92
08008
Barcelona
Barcelona
La Casa Milà, conocida popularmente como «La Pedrera» por su aspecto exterior, es un edificio modernista singular, construido entre 1906 y 1912 por el arquitecto Antoni Gaudí (1852-1926) destinado a acoger viviendas y declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO el año 1984.
Esta joya arquitectónica representa la culminación de la obra de Gaudí, máxima expresión de su inagotable capacidad creativa. Por la originalidad de la azotea y la espectacularidad de la fachada, sinuosa y con formas extraídas de la naturaleza, La Pedrera es un edificio único, considerado uno de los edificios más destacados del siglo XX.
Es una construcción emblemática y diferente, en el céntrico barrio del Eixample barcelonés, en la calle Paseo de Gracia, que ofrece diferentes espacios adaptables a todo tipo de necesidades.
Ofrece varios espacios:
La azotea de La Pedrera es una obra única, un espacio muy amplio con escalinatas y con unas vistas espectaculares al centro de Barcelona, Paseo de Gracia y calle Provenza principalmente; además de vistas a otros lugares emblemáticos de la ciudad, como la Sagrada Familia, el castillo de Montjuïc, el parque del Tibidabo y la torre Agbar.
Presenta una cubierta insólita y cargada de fuerza artística que no tiene nada que ver con la arquitectura de su tiempo. De perfil sinuoso, siguiendo la forma y ritmo de la fachada principal, se sitúan los diversos elementos. Entre estos sorprendentes elementos arquitectónico-escultóricos están las chimeneas, que recuerdan cabezas de guerrero que protegen los “badalots” o cajas de escalera, así como las torres de ventilación. Presentan formas dinámicas y simbólicas de libre interpretación, se corresponden con una función utilitaria preconcebida. Algunos son tratados con trencadís de cerámica (una especie de mosaico realizado con fragmentos cerámicos unidos con argamasa), piedra, mármol y vidrio.
La Pedrera tiene dos patios interiores intercomunicados, el de Paseo de Gracia y el de Provenza, que recuerdan a una cueva por sus techos abiertos y de forma ondulada. Los dos patios son de grandes dimensiones y tienen luz exterior.
Las fachadas de los patios son un auténtico espectáculo de formas, luz y color. El color lo aportan las pinturas murales que decoran algunos laterales de los patios, los techos y las paredes laterales de los dos vestíbulos de acceso y escalera principal, con motivos principalmente florales y con diversas escenas de referencias mitológicas y detalles polícromos.
Situado en uno de los lugares con más carácter de la arquitectura gaudiniana, el desván de La Pedrera, donde antiguamente estaban los lavaderos y los tendederos, está formado por 270 arcos catenarios de ladrillo plano. Es un espacio amplio y peculiar por su luz y ambiente; su forma imita el vientre de una ballena.
Actualmente este espacio acoge la única exposición dedicada a la vida y la obra de Gaudí, y presenta sus creaciones mediante maquetas y planos, objetos y diseños, fotografías y vídeos. Nos permite conocer los elementos más distintivos de su producción, así como los rasgos más básicos de su arquitectura y las claves de su genialidad.
En la cuarta planta de La Pedrera se encuentra el piso de época. Se trata de un auténtico piso, con todas sus habitaciones, que recrea el estilo de vida de una familia burguesa barcelonesa en las primeras décadas del siglo XX, gracias al mobiliario y al equipamiento doméstico de la época.
El piso también permite conocer cómo era la distribución interior, así como ver de cerca los elementos ornamentales diseñados por Gaudí (pomos, tiradores, molduras, puertas, pavimentos...).
En la planta principal, o planta noble, donde se encontraba la residencia de los señores Milà, los antiguos propietarios, a día de hoy hay la sala de exposiciones, un espacio de 1.300 m2 inaugurado el año 1992 que acoge exposiciones temporales dos veces al año.
El espacio, abierto y de grandes dimensiones, permite observar columnas de piedra esculpidas, con motivos ornamentales e inscripciones, así como algunos fragmentos de los cielos rasos, en los cuales se juega con la idea de dar continuidad a los ritmos ondulantes de la fachada.
Para acceder a la sala es necesario pasar por la majestuosa escalera del vestíbulo, una escalera de grandes dimensiones con las barandillas trabajadas con cintas de hierro enroscadas y que está decorada con pinturas murales, que en algunos puntos reproducen el característico trencadís gaudiniano.
La disponibilidad de esta sala como espacio abierto y vacío está sujeta al calendario de exposiciones temporales.
El Auditorio, antigua cochera de La Pedrera, es un espacio idóneo para la celebración de todo tipo de actos, debido a su superficie y al hecho de que está dotado de una amplia polivalencia, es accesible para personas con discapacidad física y está equipado con prestaciones tecnológicas de última generación. Superficie: 426m2.
Dispone de un escenario y butacas repartidas por toda la sala.
Junto con la Sala Gaudí, dispone también de un espacio lateral con acceso directo a una terraza donde se puede contemplar de forma exclusiva la fachada posterior de La Pedrera y cuenta con una sala VIP.
La Sala Gaudí, antigua cochera de La Pedrera, es una sala amplia y diáfana gracias a una innovadora estructura metálica diseñada por Gaudí.
Esta es una sala muy polivalente, ya que permite la realización de todo tipo de actos. Es un espacio anexo al Auditorio y cuenta con unas óptimas instalaciones para ofrecer servicios de catering. Superficie: 240m2.
Junto con el Auditorio, dispone también de un espacio lateral con acceso directo a una terraza donde se puede contemplar de forma exclusiva la fachada posterior de La Pedrera y cuenta con una sala VIP.
La Sala Quatre Gats es una sala del entresuelo, antigua vivienda de los porteros, con ventanas que dan al Paseo de Gracia. Se trata de un espacio abierto y diáfano que por sus dimensiones permite llevar a cabo cualquier tipo de acto o actividad, y que, a su vez, por su estética gaudiniana, y con el atrezzo y el mobiliario adecuado, permite recrear espacios de principios del siglo XX. Superficie: 70,69m2.
La Pedrera ha adaptado esta sala que el arquitecto modernista Antoni Gaudí concibió como residencia burguesa. Se trata de un espacio noble de aire modernista donde la organicidad y las formas sinuosas de Gaudí se combinan perfectamente en una atmósfera intimista y un ambiente muy acogedor. Antoni Gaudí concibió como residencia burguesa. Se trata de un espacio noble de aire modernista donde la organicidad y las formas sinuosas de Gaudí se combinan perfectamente en una atmósfera intimista y un ambiente muy acogedor.