Antiguo molino harinero, restaurado como casa rural.

El exterior de la casa está rodeado de prados; el paisaje es de montaña llena de bosques, la casa dispone de un amplio espacio de aparcamiento exterior.

En la parte frontal de la casa hay un balcón que da a una zona verde con un cobertizo.

En la planta inferior hay una sala de estar con chimenea donde se conservan las herramientas y la maquinaria que se utilizaban para moler la harina y hacer el pan. También dispone de una cocina donde se conserva el antiguo horno de pan. En la planta superior hay otro salón que da a las habitaciones. Todo está decorado con un estilo rústico.

En la planta superior se encuentra la buhardilla, un espacio diáfano y multifuncional que queda abierto en el piso inferior por uno de sus extremos.