Emma es una mujer de cincuenta años que siempre ha trabajado como funcionaria de prisiones. Su vida solitaria y monótona se ve interrumpida cuando conoce a Julia, una presa condenada a quince años de prisión por haber matado a su padre para defender a su madre. Las marcas del cuerpo de Julia, reflejo de años de maltrato, su silencio y la visita de una extraña mujer despiertan las sospechas de Emma, que empieza a creer en su inocencia.