Léa debe viajar súbitamente a Girona donde su abuelo paterno acaba de fallecer. Allí le espera su familia, a la que prácticamente no ha visto desde que se marchó al extranjero. La muerte del patriarca de los Vich i Carbó es la excusa perfecta para forzar la convivencia entre sus descendientes. Los tres días que dura el velatorio, la misa y el entierro están bañados por la nostalgia del pasado y la tristeza que deja la muerte tras su paso. Es, además, un buen momento para desarmar ese juego de apariencias de una burguesía en decadencia. Léa rechaza un mundo hipócrita que se le adhiere a la piel como un traje hecho a medida.
Rodada en: Barcelona, Castell-Platja d'Aro, Girona, Sant Feliu de Llobregat.