Un peligroso delincuente es capturado tras una accidentada persecución por la montaña. Como ya es muy tarde, el inspector de policía decide que pasen la noche en un refugio. Allí, el vigilante del refugio y un pintor se enzarzan en una discusión sobre el destino y, para ilustrar su teoría, cada uno de ellos explica un misterioso caso. El rodaje tuvo lugar en la Plaça Francesc Macià, la Via Augusta y la Plaça Gala Placídia.