El 2 de marzo de 1974, el joven militante del Movimiento Ibérico de Liberación, Salvador Puig Antich, se convirtió en el último preso político ejecutado en España mediante garrote vil.
Esta es su historia y la de los intentos desesperados de su familia, compañeros y abogados para evitar la ejecución.
Tráiler:
Fotografías: