Carla deja pocas cosas al azar. Esta joven encantadora y tozuda, prefiere planear su vida en vez de dejarla a su suerte. Ya ha conseguido muchas cosas: un marido estupendo, una gran casa, una vida cómoda. Pero lo que más quiere en el mundo es un niño y también se ha encargado de ello. A punto de viajar a Quito para adoptar un niño, Carla debe huir por Barcelona con un joven y encantador artista llamado Raúl y un cuadro que ha robado de un museo de Berlín. Cuando unos rufianes roban el cuadro de nuevo, Carla y Raúl se encuentran con un doble problema. El menor de ellos es la pareja de policías que los persiguen: Antonio, un educado inspector de policía catalán y Kurt, su rudo colega berlinés con dificultades con el idioma. El mayor problema es el maestro criminal que encargó a Raúl que robase el cuadro y que quiere que se lo entreguen de una vez. Para demostrar su afán rapta a la hermana de Raúl. Metida hasta el cuello en grandes hazañas criminales, Carla deja en suspensión sus planes para una vida perfecta, aunque no renuncia a ese niño de Quito...
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