España, 1992. Celia ha crecido sin cuestionar nunca nada de lo que la rodea. La llegada de Brisa al colegio de monjas donde estudia, y su nueva amistad con un grupo de chicas más mayores que ella, la empuja a descubrir una realidad que ya no tiene nada que ver con la desfasada educación que recibe, tanto en casa como en el colegio. Tiene 13 años y la pubertad la va a enfrentar a todo lo que hasta ahora ha significado comodidad y seguridad, incluida la relación con su madre.
Película rodada en Gimenells y el Pla de la Font.