José R. trabaja de taxista por las calles de Barcelona. Su vida sería la misma que la de cualquier taxista de cincuenta y dos años si no fuera porque los taxis que conduce son robados. José roba para poder trabajar. ¿Cómo se puede llegar a una situación tan absurda? ¿Está loco, simplemente, o es un trabajador sin empleo que ha sido condenado por el sistema y forzado a esta situación?
Tráiler:
Fotografías: