El ayuntamiento de una gran ciudad quiere transformar una casa abandonada, de su propiedad, en un centro cívico. El problema es que el caserón está habitado por un grupo de okupas que nunca ha tenido la intención de marcharse.
Alfredo, un abogado novato del ayuntamiento, tiene como primera misión iniciar las negociaciones para desalojarlo, o convencer a sus actuales y molestos residentepara que se involucren, colaboren y gestionen un proyecto de centro cívico.