Antes de que el viejo Andreas Huydecoper se suicide, llama a todos sus hijos y nietos a su casa en Curaçao. Quiere ver a su familia por última vez. Cuando Andreas muere, sus hijos y nietos lo incineran. Pero se enteran de que Andreas no fue amado por todos y, cuando visitan el notario para obtener su parte de la herencia, el notario les dice que no pueden, que la última voluntad de Andreas era que antes de recibir la herencia tuvieran que encontrar el 'Vuurmeisje'.
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