La vida de Juan cambia cuando en su empresa se anuncian recortes que le costarán su trabajo. La difícil situación en la que se encuentra y la tensión familiar le llevan a tomar la decisión de abandonar su país para buscar un futuro en Barcelona. Ya en España, Juan comprueba que no existe el paraíso soñado, y observa cómo todas las puertas se cierran. Por fortuna, en la cima de su desesperación aparecerá Mariano, un argentino de origen porteño propenso al bulo y al autobombo, que sueña con triunfar en Hollywood mientras limpia mesas y sirve platos en un pequeño restaurante. Gracias a su particular carácter y a sus rocambolescas ideas, Juan acaba consiguiendo un puesto en el restaurante como friegaplatos y empieza a ver más cerca el sueño de traer a los suyos. De la mano de Mariano, y siempre acompañados por Julia, una guapa estudiante que trabaja como camarera y que pondrá en jaque su matrimonio, y Arnau, un alocado cocinero invidente, Juan conocerá Barcelona y disfrutará de una adolescencia tardía, con noches de borrachera y tardes de playa. Pero las malas nuevas no se harán esperar, y al deterioro de su relación, y la nostalgia por sus raíces, se unirá la noticia de la inminente muerte de su padre.