Víctor trabaja en una agencia inmobiliaria en el conocido barrio de Chueca, en Madrid, ocultando un secreto terrible: consigue apartamentos disponibles para la venta mediante el asesinato de las ancianas propietarias que viven en ellos. Así, restaura y decora los apartamentos para venderlos a simpáticas parejas con alto poder adquisitivo. Su objetivo último es transformar Chueca en una especie de área similar al Soho londinense. La última víctima de Víctor es hallada en el apartamento vecino a una pareja, Ray y Leo. Ray hereda el apartamento de la víctima y lo da como regalo a su madre.
Rodada en: Barcelona, Sabadell, Cabrera de Mar.