Felipe es un reconocido artista de Barcelona que, para sobrevivir, decide trabajar a doble turno descargando cajas y como mensajero. Desde ese momento, la expresión artística se minimiza, el entorno se distancia y la congestión se asoma en una combustión lenta. Burnout se convierte así en la secuela lógica de la película El arte de frío. Una evolución desalentadora desde esa inocencia cómica y salvaje en la que Felipe ejerce de heroico buscavidas, hasta el hombre que finalmente claudica.