La obra de Gabriel Ferrater (o Biel, como se le conocía en su ciudad natal de Reus) bebe directamente de experiencias que vivió durante su infancia y adolescencia. Era un mundo en transición entre la Primera Guerra Mundial y la Guerra Civil española, lleno de desenfreno, esperanza y momentos terribles que marcaron profundamente su personalidad y su obra.
Rodado en: Barcelona, El Mareseme (El Masnou), Reus, Sabadell.