Entrevistamos a Ainhoa Pernaute, socia fundadora de Revolutionary, agencia de comunicación y prensa especializada en el sector audiovisual. Con ella hablamos del sector y en qué consiste su trabajo como agente de comunicación.
¿Cómo empezó tu pasión por el cine y cómo acabaste dedicándote a ello?
Siempre he sido una apasionada del cine, pero nunca fue un objetivo dedicarme a esto. La verdad es que no creo que ser agente de prensa sea algo a lo que sueñes con dedicarte, principalmente porque no creo que sea un trabajo muy conocido fuera del sector. Yo estudié comunicación en la Pompeu Fabra porque me gustaba el cine, pero no tenía muy claro qué quería hacer…ahí acabé enfocándome poco a poco hacia la producción y, en el momento de hacer las prácticas, una profesora que asesoraba, me sugirió hacer las prácticas en el departamento de prensa del festival de Sitges porque me gustaba mucho el cine de terror. De allí ya fue ir enlazando.
¿Cómo y cuándo nació Revolutionary? Las tres socias fundadoras trabajabais en el sector, ¿no?
Nació en 2022 cuando nos unimos Katia Casariego, a la que conocía y con la que ya había trabajado tiempo atrás en Filmax, y Nadia López, con la que había coincidido trabajando como Freelance para Caramel Films.
¿Qué tipos de servicios ofrecéis?
Somos una agencia de comunicación formada por personas apasionadas por el cine, las series y el entretenimiento. Intentamos trabajar cada proyecto de manera personalizada para sacar su máximo potencial. Creemos mucho en el trabajo en equipo y trabajamos cada proyecto de manera específica, así que los servicios vienen desde envíos de notas de prensa, redacción de contenidos, selección de materiales, organización de ruedas de prensa y presentaciones. Lo que sea necesario y más adecuado para conseguir que el proyecto llegue a todas sus audiencias posibles.
¿Cuáles son las principales dificultades que os encontráis a la hora de hacer vuestro trabajo?
Es un trabajo muy de equipo, pero si hay un buen briefing y todo el equipo de márquetin y prensa está alineado, suele funcionar todo bien. A veces las dificultades de agenda de actores o directores por coincidencias con otros proyectos pueden dificultar un poco, o la competencia en fechas de estreno entre diferentes proyectos, entre otros.
¿Cómo es un día en la vida de Revolutionary?
Pues bastante frenético (risas). Ahora mismo en plena época de festivales con la maleta arriba y abajo y con mucha comunicación entre nosotros porque estamos en diferentes sitios (no tenemos oficina física, así que tenemos que hablar mucho mucho para que todo fluya).
Cada uno tiene su método, pero yo suelo empezar con media hora para organizarme el día según las necesidades. Hay días en los que puedes estar en tu casa con reuniones telemáticas con tiempo para redactar y organizar estrategias y otros días en los que tocan jornadas de entrevistas de estudio en estudio, festivales o junkets de prensa en los que apenas te sientas delante del ordenador.
¿Qué película os ha dado más alegrías a la hora de promocionarla?
Muchas, la verdad. Recientemente, Romería, ha sido una gozada de trabajar, tanto porque el equipo humano es fantástico, como por la gran coordinación con todo el equipo de la distribuidora y la productora, pero la verdad es que tenemos mucha suerte porque tenemos proyectos preciosos con distribuidores y productores que son en muchos casos amigos.
¿Qué es lo básico que tendría que tener en cuenta una película a la hora de hacer una buena promo de prensa?
Tiempo y buenos materiales. Poder conocer la película y diseñar un plan de trabajo con tiempo, es imprescindible. Luego también, tener los materiales de trabajo con tiempo para que la gente los pueda ir conociendo.
¿Es más difícil con las nuevas tecnologías la promo o más fácil?
No sé si difícil o fácil pero definitivamente, más efectiva. Cuando yo empecé a trabajar apenas había e-mail y enviábamos las convocatorias por fax. Aún recuerdo los primeros 600 faxes. O los materiales que eran físicos y no digitales y teníamos que hacer envíos de diapositivas o betacams a las diferentes redacciones. Todo eso llevaba muchísimo tiempo y recursos que ahora se pueden aprovechar para otros cometidos.
¿Cómo decidís con las productoras o las películas que trabajáis?
Pues la verdad es que tenemos la suerte de tener muchos clientes habituales con los que estamos muy a gusto trabajando y con los que compartimos visión y sistemas de trabajo.
¿Cómo os distribuís el trabajo en la agencia?
Cada título tiene a una persona que “lo lidera” y luego otra que lo apoya. A parte, intentamos tener reuniones semanales en las que los comentamos y un grupo de whatsapp en el que nos apoyamos nos damos ideas unos a otros y, cuando se te atasca alguna idea, pides apoyo y somos un equipo grande compartiendo ideas. Creo que eso es una cosa que enriquece bastante nuestro trabajo: ser un equipo muy compenetrado en el que hay varias personas pensando en los proyectos a la vez.
¿Hay muchas diferencias entre la promo de un rodaje y de un estreno? Por ejemplo, en un rodaje hay muchas cosas que no se pueden explicar ni compartir. ¿no?
Cada proyecto tiene unas necesidades diferentes. Hay algunos de los que no se quiere hacer nada en rodaje porque tratan temas más delicados o que no se quieren anunciar hasta el estreno. Otros necesitan mucha difusión y darse a conocer desde el primer momento. También depende de los tiempos que haya previstos entre rodaje y estreno. Normalmente, toda la fuerza se pone en estreno. Ahora mismo hay muchísimos productos (estrenos de cines, series, etc.) que se estrenan a la vez, todo va muy rápido, así que a veces la mejor opción es concentrar los esfuerzos de comunicación en el estreno.
En proyectos muy grandes de sagas muy conocidas, sí se puede mantener esa atención desde el estreno.
¿Hay muchas diferencias entre promocionar una serie de TV y una película?
Sí, todas, pero por la naturaleza misma de tiempos. La película se juega todo en su primera semana en salas. Por lo que el esfuerzo va mucho más concentrado que el de una serie que se estrena de manera capitular de manera semanal. En ese caso, el proceso se puede alargar mucho más, por lo que hay un trabajo de ir viendo exactamente cuándo se publica cada cosa, se hace cada podcast, para conseguir la repercusión más interesante.
Cada película es diferente. ¿Hay que hacer una estrategia a medida?
Definitivamente sí. Cada proyecto tiene sus necesidades, sus fuerzas, etc., así que hay que diseñar un plan a medida en cada caso en colaboración con el resto de equipos implicados en la promoción de una película.
¿Cómo ves el panorama actual del cine en vuestro campo? ¿Se presta más atención al después de la película, incluyendo la promo, que antes?
Creo que cada vez se valora más. Hay algunos proyectos que necesitan un trabajo más de márquetin. O redes sociales y otros más de publicity. Creo que tanto los productores como los distribuidores le dan cada vez más importancia al trabajo de promoción y escogen a la agencia o la persona que consideran más adecuada para cada proyecto.