Este parque, que ocupa buena parte de la imponente colina de Montjuïc, es todo un mundo de zonas verdes y jardines, museos y equipamientos culturales e instalaciones deportivas y olímpicas. La montaña de Montjuïc ha sido testimonio y protagonista de hechos históricos clave de la ciudad que le han dado su carácter actual. Al margen de su rol histórico como enclave del Castillo, acogió la Exposición Internacional celebrada en 1929, que impulsó la urbanización de la zona, y más recientemente, la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992, significó una importante renovación.

En Montjuïc se pueden visitar museos como la Fundació Miró, el Museu d'Arqueologia, l'Etnològic y el Museu Nacional d'Art de Catalunya-MNAC, alojado en el Palau Nacional. Un ejemplo espléndido de la arquitectura de la Bauhaus lo hallamos en el Pavelló Mies van der Rohe, que acogió la representación alemana durante aquel acontecimiento. La antigua fábrica textil Casaramona, obra modernista de Puig i Cadafalch, acoge hoy las exposiciones de CaixaForum. La Font Màgica o el Poble Espanyol, en el que se encuentra la ciutat dels artesans (ciudad de los artesanos), son otros lugares de interés para no perderse en Barcelona.

En el área de la Anilla Olímpica, escenario central de los Juegos Olímpicos, se encuentran el Estadio Lluís Companys, el Palau Sant Jordi, obra de Arata Izosaki y la torre de telecomunicaciones de Santiago Calatrava. Muy cerca de allí, el Museo Olímpico y del deporte Joan Antoni Samaranch o el Jardí Botànic son también visitas obligadas en el Parc de Montjuïc.